El tratamiento de fumigación para la procesionaria se realiza desde mediados de noviembre hasta finales de diciembre por un motivo, y es
que es el período en el que disminuye drásticamente la tasa de resinación de los pinos, evitando así su peligrosa “procesión” en primavera.
La procesionaria es una oruga de ciertas mariposas, que se traslada en grupo formando filas de gran longitud y es muy peligrosa para los árboles, ya que se alimenta de las hojas de las encinas y pinos.
En otoño/invierno, las orugas procesionarias están en fase larvaria, por lo que es el mejor momento para tratar la plaga. Según la fase donde se encuentre el insecto y el lugar, se aplica un tratamiento u otro. Tienen 5 fases larvarias.
Estos tratamientos biológicos para combatirla siempre tienen que ser aplicados por profesionales especializados, y puede garantizarse hasta un año libre de procesionarias en los pinos.
Pídanos presupuesto sin compromiso y le infomaremos de todo.